Un único y verdadero Dios: Creemos solo hay un Dios verdadero, que se ha revelado como el Creador de todas las cosas, y que Él existe eternamente. Creemos en la unidad de Dios: Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Esta doctrina de un solo Dios que subsiste eternamente en tres personas es llamada la Trinidad.
La inspiración de las Escrituras: Creemos que la Biblia es la palabra de Dios, nuestra única regla infalible de fe y conducta, por haber sido inspirada por el Espíritu Santo.
El hombre, su caída, redención y esperanza: Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios y en estado de inocencia, pero su desobediencia obtuvo una naturaleza pecaminosa y quedó sujeto a la condenación eterna. Su único puente de esperanza y redención de vida eterna está en el sacrificio de Jesucristo en la cruz del Calvario y su resurrección de entre los muertos.
La salvación del hombre: Creemos que la salvación se logra cuando el hombre se arrepiente de sus pecados y aceptando a Jesucristo como su Señor y Salvador y por la fe el perdón de Dios ofrecido a través de Jesucristo. Además, el Espíritu Santo le da seguridad interna de que ha sido hecho hijo de Dios. Desde este momento el hombre salvo debe vivir una nueva vida, recta y santa.
El bautismo y en los dones del Espíritu Santo: Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo es una experiencia espiritual diferente a la salvación y posterior al nuevo nacimiento en Cristo cuya manifestación es hablar en otras lenguas no por propio impulso del hombre, sino bajo la dirección del Espíritu Santo. Creemos que a través del Espíritu santo recibimos dones los cuales nos ayudan a capacitar al creyente en el cumplimiento de la gran comisión.
La Iglesia: Creemos que la Iglesia es el cuerpo de Cristo; está compuesta por cada creyente nacido del Espíritu cuyo nombre está escrito en el libro de la vida. Su propósito es adorar a Dios, evangelizar al mundo cumpliendo así la gran comisión descrita en Mateo 28:19, edificar a los fieles y llevar a cabo la obra social.
El bautismo en agua: Creemos en el bautismo en agua por inmersión, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. El cual es un testimonio público de la fe del creyente que ha aceptado a Jesús como su Salvador.
La santa cena del Señor: Creemos que la santa cena es un sacramento para la Iglesia, en el que participan los miembros de la congregación que ya fueron bautizados en agua, como un símbolo de nuestra unión con Cristo, un recordatorio de su sufrimiento y muerte y un anuncio de su apremiante retorno.
La desaprobación de doctrinas erróneas: Creemos que la desaprobación de doctrinas erróneas es necesaria para evitar confusiones y herejías, preservando la sana doctrina y la unidad del cuerpo de Cristo.
El arrebatamiento de la Iglesia: Creemos que el arrebatamiento de la Iglesia ocurrirá cuando Jesucristo regrese por su iglesia. En ese momento los que hayan muerto siendo salvos serán resucitados primero y trasladados junto con aquellos creyentes que se encuentren vivos, para estar adorando a Dios por la eternidad. Este evento puede ocurrir en cualquier momento y será antes de la gran tribulación.
El juicio final de los incrédulos: Creemos que el juicio final será para todos los impíos que rehusaron aceptar a Jesucristo. Ellos, junto con Satanás y los ángeles caídos, serán arrojados al lago de fuego donde estarán por la eternidad.